Alojarse en una familia es una de las mejores formas de aprovechar al máximo una estancia en el extranjero. Es verdad que a ciertas edades esta posibilidad suele darnos cierta pereza, sobre todo por la independencia que puede significar disponer de un alojamiento en residencia o apartamento, que hemos escogido voluntariamente, sin horarios, que nos da toda la independencia que queremos. Aún así, alojarse en una familia sigue siendo la mejor opción para alojarse durante una experiencia de idiomas en el extranjero.
¿Quieres saber por qué?
La opción de alojamiento en una familia es siempre la opción más económica. Detrás de la oferta de alojamiento en familia no está la cuenta de resultados de un establecimiento, sino el ánimo de compartir con un invitado extranjero un intercambio cultural, vivencial, basado en el ánimo de compartir y en aprender. Las familias cobran, es cierto pero, más allá de perseguir un beneficio económico, está el hecho de que ese intercambio cultural no les signifique un coste que tendría como consecuencia una oferta limitada de familias de acogida.
Cuando nos planteamos una estancia en el extranjero para aprender un idioma deberíamos buscar y aprovechar todos los momentos disponibles para poder interactuar en la nueva lengua. La estancia en familia nos otorgará multitud de ocasiones para poder iniciar conversaciones y aprender no sólo de la comunicación oral, sino también del lenguaje corporal y de la cultura autóctona. Las familias de acogida siempre están abiertas a aprender de su invitado y a prolongar la sobremesa después de una cena para darte la oportunidad de expresarte en su lengua. Es como tener clases de conversación extra sin coste. Si te sientes cansado o saturado por el esfuerzo de hablar dilo con total libertad. Lo entenderán.
En definitiva, si quieres aprovechar al máximo tu estancia en el extranjero y empaparte realmente de la cultura que has ido a aprender, la estancia en familia siempre será tu mejor opción.