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Estudiar en el extranjero: ilusiones y realidades

Escrito por Judith Navarro | 16/09/22 12:32

No hay nada más poderoso que la imaginación a la hora de proyectar cómo queremos que sea nuestra vida. Cuando a la ecuación le añades estudiar un año en el extranjero, es inevitable ver el mundo de oportunidades que se abren delante de ti.

Una experiencia como estudiar un año escolar en otro país puede ser la mejor experiencia de tu vida, pero queremos ayudarte a crear una imagen real sobre qué puedes esperar de esta experiencia para que las expectativas no se coman a la realidad. Así que, si te gustan los expectativa vs realidad, ¡sigue leyendo!

Índice

  1. Expectativa: Voy a hacer muchísimos amigos de inmediato
  2. Expectativa: Dominaré el idioma del país rápidamente
  3. Expectativa: Cada día será una nueva aventura y nuevos descubrimientos
  4. Expectativa: Mi familia de acogida: ¡seremos un match perfecto!
  5. Expectativa: La casa de acogida, mi hotel por los próximos meses
  6. Expectativa: Voy a hacer lo que quiera, cuando quiera
  7. Expectativa: Las distancias, ¡todo estará a tiro de piedra!
  8. Expectativa: Visitaré cada rincón y haré viajes con mi familia de acogida
  9. Expectativa: Elegiré las asignaturas y estudiaré solo aquello que me interesa

1. Expectativa: Voy a hacer muchísimos amigos de inmediato

Realidad: ¡Depende de muchos factores! Hay personas que tienen una facilidad innata para establecer contacto con personas que no conocen y crear relaciones, mientras que otras personas tienen mayor dificultad. 

Si hay un factor que determinará el éxito en cuanto a tus relaciones sociales, es la implicación que le pongas: da el primer paso, preséntate, apúntate a hacer nuevas actividades y sal fuera de tu zona de confort. La habilidad de conocer gente es elástica, cuanto más la fomentas ¡más fácil será conocer gente nueva!

Por otro lado, la tendencia más habitual es que las primeras relaciones que crees sean de personas que hablen tu mismo idioma o que sean de culturas similares. Es importante entender que es un mecanismo de defensa para afrontar el choque cultural que se produce al hacer una inmersión donde no solo cambia el idioma, sino también las costumbres. Por ello, buscar “asilo” en aquello que ya conocemos es inevitable.

¡Pero no te quedes en ese punto inicial! Conocer a personas locales es lo que realmente puede enriquecer la experiencia y aportar el valor que buscas.

2. Expectativa: Dominaré el idioma del país rápidamente

Realidad: La práctica hace al maestro y cuanto más lo practiques más fácil resultará comunicarte en otro idioma. Ten mucha paciencia, porque es muy probable que pases una etapa de ajuste, en la que al principio puedes sufrir un pequeño “bloqueo” a la hora de hablar, pero te irás acostumbrando.

Ten en cuenta que vas a practicar mucho el idioma, pero ganar fluidez es un trabajo que puede llevarte años. Muy ligado a lo que comentábamos anteriormente, el contacto con las personas locales (frente a otros estudiantes hispanohablantes o internacionales), es lo que realmente puede ayudarte a llevar tus habilidades a otro nivel.

3. Expectativa: Cada día será una nueva aventura y nuevos descubrimientos

Realidad: La mayoría de tus días tendrás responsabilidades que cumplir (recuerda que no te vas de vacaciones, si no a enriquecer tu educación). Por tanto habrá días en los que solo quieras llegar a casa y poder descansar. Que estés realizando una etapa de tu educación en el extranjero en un nuevo país no implica que tus clases no vayan a requerir tu dedicación y tiempo. Recuerda que tu educación formará parte también de esta etapa de descubrimientos.

Otros tantos días, especialmente los fines de semana, estarán llenos de descubrimientos, visitarás nuevos lugares y conocerás los rincones y secretos que esconde tu destino, pero no esperes que cada día sea como una película.

4. Expectativa: Mi familia de acogida: ¡seremos un match perfecto!

Realidad: En los programas de estudio en el extranjero se suelen ofrecer dos opciones: puedes vivir en residencia o alojarte en una casa de acogida con una familia local. Esta segunda opción es ideal para realizar una experiencia inmersiva tanto a nivel idioma como de costumbres.

Pero no puedes esperar tener una relación de 10 desde el minuto 1, si no que debes colaborar en el proceso de conoceros. Las relaciones humanas hay que cuidarlas con gestos sencillos como agradecer, pedir permiso, etcétera. Estos pequeños pasos son los que ayudarán a construir relaciones fuertes y duraderas.

También debes ser consciente de que existen muchos tipos de familia muy dispares. En algunas ocasiones al pensar en familia nos imaginamos a una familia tradicional: padre, madre, hijos (¡e incluso una mascota!). ¡Pero familias hay de todas las formas y colores! Monoparentales, con hijos mayores, con hijos pequeños o adolescentes, con dos madres o dos padres... También debemos recordar que en países multiculturales como Estados Unidos o Canadá, las familias pueden ser de etnias muy distintas (pero eso no les hace menos estadounidenses o canadienses).

5. Expectativa: La casa de acogida, mi hotel por los próximos meses

Realidad: Alojarte con una familia anfitriona lleva un tiempo de adaptación. De manera proactiva, debes habituarte al ritmo de vida de la familia de acogida, a sus costumbres y ofrecer tu colaboración en las tareas diarias.

Las casas de acogida son familias que abren las puertas de su hogar y no se deben considerar personas que están al servicio del estudiante. Por tanto, no solo hay que ofrecer la colaboración en las tareas diarias de casa, si no que debes responsabilizarte de tu habitación, mantener el orden y la limpieza de tus pertenencias. ¡Una casa de acogida no es sinónimo de un hotel!

Tampoco la casa tiene que ser la típica casita con porche y patio que nos venden en todas las películas. Desde una casa hasta un piso, de mil colores y formas… lo importante es sentirte cómodo en el espacio que te ofrecen.

6. Expectativa: Voy a hacer lo que quiera, cuando quiera

Realidad: Este punto está muy ligado con el punto anterior. Una experiencia de este tipo te da una libertad, autonomía e independencia muy grande. Pero, dentro de esta independencia tendrás que aprender a gestionar tu tiempo responsablemente para no descuidar tus obligaciones y estudios.

Incluso es importante resaltar que, aunque las familias sí que acostumbran a hacer la cena, el lunch ha de prepararlo el estudiante, al igual que mantener ordenado y limpio su cuarto y todo aquello que ensucies o desordenes en zonas comunes, lavar tu ropa sucia,... ¡Esta experiencia te deja un pasito más cerca de convertirte en adulto!

7. Expectativa: Las distancias y el transporte, ¡todo a tiro de piedra!

Realidad: En territorios como Canadá o Estados Unidos es inevitable que las distancias sean más largas dado que los territorios son mucho más extensos. Por tanto, puedes tener la suerte de que tu instituto canadiense quede cerca de tu casa, pero en algunos casos es posible que tengas que coger el autobús escolar o la bici.

También es posible que en zonas más locales tengas que desplazarte para realizar compras concretas. Lo más importante es ser consciente de que estas situaciones pueden darse y siempre hay una solución o alternativa.

8. Expectativa: Visitaré cada rincón y haré viajes con mi familia de acogida

Realidad: Realizar un año escolar en el extranjero, especialmente si te decides por destinos como Estados Unidos o Canadá, abre las puertas a visitar y conocer un territorio que hasta ese momento parecía muy lejano. No hay que olvidar que, aunque vayamos a tener tiempo de ocio en el que disfrutar del país, la prioridad del estudiante tienen que ser los estudios.

En algunos casos, las familias de acogida voluntariamente pueden llevar al hijo de acogida a visitar ciudades cercanas, pero no es una obligación para estas familias, sino que dependerá de la voluntad y los propios gustos de la familia.

9. Expectativa: Elegiré las asignaturas y estudiaré solo aquello que me interese

Realidad: Una de las grandes ventajas del sistema de educación de Canadá es la posibilidad de elegir qué asignaturas puedes cursar, incluyendo algunas materias que en España solo tendríamos acceso haciendo un grado medio, superior o incluso en la universidad.

Pero estas asignaturas no se eligen, si no que tu indicas al distrito escolar las asignaturas que te gustaría cursar y ellos crean tu horario intentando ajustarse todo lo posible. Una vez te entregan el horario, tienes un margen de tiempo para realizar el cambio de asignaturas, pero ten en cuenta que las clases tienen plazas limitadas y no siempre es posible acceder.

Cabe destacar también los estudiantes que necesitan convalidar el curso académico. En España se solicitan una serie de requisitos para que el curso tenga validez. Puedes consultar aquí los requisitos de convalidación.

Vivir un año en el extranjero puede aportarte muchísimas cosas buenas, pero no debes olvidar que para tener la mejor experiencia tendrás que tener iniciativa.Tenemos que enfocar bien la experiencia ya que cada alumno tiene un perfil y unas inquietudes diferentes. ¿Nos quieres contar vuestro caso? ¡Te escuchamos!