La experiencia de estudiar en el extranjero puede ser transformadora para los estudiantes, pero también puede plantear desafíos al regresar a sus hogares.
Re, unido a otro verbo, como ya sabemos, significa volver hacia atrás o repetir algo que ya ha ocurrido antes. Pero eso no es del todo cierto aquí. Cuando hablamos de readaptación hablamos de ir hacia adelante, con algo aprendido. Es decir, aprender a vivir en tu zona de confort (casa, escuela, amistades, etc.) pero siendo una persona con un saco de aprendizajes nuevo. Podríamos decir que siendo una persona más crecida.
Debemos tener en cuenta que muchas de las cosas que hemos aprendido estando fuera, van a volver a reaparecer. Por ejemplo, la gestión de la libertad, la vuelta a los límites, la gestión del dinero, de las emociones, de los duelos, etc. Todo esto es un trabajo individual al que, como estudiantes, estaréis expuestos. Y, por supuesto, gracias a la comprensión y el reconocimiento de vuestros padres (parte esencial del proceso) en toda esta transición.
El objetivo de este artículo, destinado a papis y estudiantes, es ofreceros algunos consejos generales para que podáis apoyar a vuestros hijos en este proceso de readaptación.
¿Cuántas veces hemos escuchado decir que un año escolar en el extranjero es una ‘experiencia enriquecedora’? Probablemente demasiadas, porque eso resume la explicación de explorar nuevas culturas, adquirir conocimientos, desarrollar habilidades sociales… Pero ¿qué pasa cuando toca volver? Muchos os preguntáis ‘¿Y ahora qué?’. Toca regresar y eso supone un reto tanto para los que llegan como para los que los esperan, tanto a nivel familiar como social.
La readaptación forma parte de un ciclo en el que el estudiante, nuevamente con los diferentes entornos a los que se ha tenido que enfrentar y adaptar, empieza su antigua rutina con las novedades de los aprendizajes que ha ido adquiriendo a lo largo de toda su experiencia en el extranjero. Parece algo sencillo, pero debemos tener en cuenta que cada nueva situación se ha creado una nueva conexión que se ha ido generando o por cada reto que se ha cumplido. Todo esto hace que las situaciones “antiguas” se planteen de maneras diferentes.
Desde Travel & Tuition, os vamos a proponer algunos puntos clave que hemos mencionado anteriormente y que reclaman las familias frecuentemente:
Índice
Generalmente, durante el curso escolar en el extranjero, nuestros estudiantes experimentan un mayor grado de libertad en comparación con la vida en casa. Los adolescentes suelen dar mucha importancia a la parte social y esto se acentúa cuando hay una separación física del vínculo familiar. Es muy probable que hayan tomado decisiones independientes y hayan enfrentado responsabilidades de manera autónoma. Entonces, al regresar, es fundamental que los padres reconozcan este cambio en la gestión y encuentren un equilibrio adecuado entre supervisar y controlar. Esta última palabra es un poco complicada e impacta, pero hay una fina línea y gracias (o por culpa) de las nuevas tecnologías, estamos muy expuestos a ello.
Lo más importante es permitirles tomar decisiones informadas y fomentar la comunicación abierta; esto os ayudará a establecer una transición más fluida.
De repente aparece una tarjeta de crédito virtual con dinero disponible 24/7 y papis pensando que “no será suficiente”. Esto lleva a que los estudiantes, generalmente, experimenten mayor independencia financiera durante estos meses en el extranjero. Y obviamente, habrán tomado decisiones relacionadas con el dinero con mayor libertad, consumiendo más de lo que están acostumbrados.
Sin embargo, al regresar a casa, es MUY importante establecer límites claros y ayudarlos a desarrollar una gestión financiera responsable. Se puede ofrecer orientación a los hijos o bien, pactar consumos responsables, como una paga. Personalmente, siempre apoyaré los pactos entre padres e hijos porque otorga responsabilidad a los adolescentes, pero siempre es mejor trabajar con lo que nos funciona y cada uno es experto de lo que hay en su casa.
Cuántas emociones se viven durante estos meses… Cualquiera de nuestros estudiantes coincidirá conmigo en que son demasiadas. Sobre todo en esta vuelta. Se vuelve a experimentar nostalgia, tristeza, ansiedad e incluso, en muchas ocasiones, un sentido de pérdida al dejar atrás una vida que han construido en el extranjero.
Como padres, debéis ser conscientes de estas emociones, validarlas y apoyarlas en un espacio seguro para que ellos puedan expresar todos estos sentimientos. Muchos estáis pensado, que eso es un mundo ideal, ya que vuestro/a hijo/a no los expresa, pero siempre lo hacen; aunque nunca con palabras. Por eso, la compresión, el reconocimiento y la validación de estas emociones son importantísimos para ayudar a los estudiantes a procesar su experiencia y romper con el duelo de su año escolar en el extranjero.
La readaptación después de estudiar en el extranjero puede ser un desafío para los estudiantes, pero el apoyo de los padres desempeñan un papel crucial en su transición. Reconocer el cambio en la gestión de la libertad, establecer límites claros y apoyar la gestión financiera responsable, así como abordar las emociones y el duelo, son aspectos esenciales para ayudar a los estudiantes a reajustarse fácilmente.
Debo añadir, que en el papel todo parece fácil, pero en la práctica no lo es tanto. Yo siempre digo que podemos permitirnos unas vacaciones de 2 semanas donde se permitan los mimos y se recupere la convivencia y el tiempo perdido mientras, progresivamente, se van abordando todas estas temáticas.
Mucha suerte en este proceso.
P.D. Os dejamos aquí dos artículos clave que os recomendamos sobre este tema:
García, M. A., & López, S. (2021). Parental Involvement in the Reintegration Process: Supporting Students Returning from Study Abroad Programs. International Journal of Higher Education, 10(4), 104-118.
Thompson, K. (2021). Emotional Well-being and Re-adjustment: Supporting Students Returning from Study Abroad. Journal of Counseling and Development, 99(4), 432-448.