Vivir una vida en un año: la experiencia de Jana Cámara

Cada experiencia es un mundo, y unas que van mejor que otras, pero sin duda, hay algunas que marcan demasiado y te llegan al corazón cuando te la cuentan. Como esta.

Estamos seguros de que Jana, que estudió grade 10, 4º de la ESO, en el distrito escolar de Medicine Hat, en Alberta, nunca llegó a pensar lo que esta experiencia la cambiaría. Y ahora, con perspectiva, nos narra sobre papel todo eso que nosotros esperamos cuando queremos ir a estudiar a Canadá.

No vamos a decir nada más.

Con sus palabras es más que suficiente.

¿Cómo definirías tu experiencia en Canadá en una palabra y por qué?

Yo definiría mi año en Canadá como intenso. Conocí a tanta gente y viví tantas nuevas experiencias en tan solo 10 meses, que cada día era distinto e inesperado. Todo es tan diferente de lo que estaba acostumbrada, así que cada experiencia era nueva para mí. Vives una vida nueva en tan solo un año, por eso es tan intenso. 

¿Cómo fue tu adaptación a Canadá, a su cultura y al idioma?

La adaptación fue bastante rápida. Antes de llegar a Canadá, yo tenía un nivel de inglés muy alto y creo que eso me ayudó bastante. Pero sin duda, gracias a mi familia de acogida, los profesores y orientadores del colegio, conseguí adaptarme fácilmente a la cultura canadiense. 

Estuviste en Medicine Hat. ¿Qué te pareció la zona? ¿Hiciste muchas actividades?

Yo elegí el distrito de Medicine Hat porque quería vivir una experiencia distinta de mi vida en Madrid y sin duda lo fue. A pesar de ser un pueblo en una zona rural de Canadá, era muy grande y tenía de todo lo que pudieras imaginar. 

Algunas de mis actividades favoritas eran ir a ver los partidos de Hockey del equipo del pueblo, ir de compras con mis amigas o jugar a los bolos. Si fuera a repetir la experiencia de estudiar un año escolar en Canadá, sin duda volvería a Medicine Hat.

¿Qué es lo que más te impresionó de tu colegio? ¿Qué diferencias encontraste con los de aquí?

El colegio en Canadá no tiene nada que ver con los colegios en España. Lo que más me sorprendió fue la variedad de clases que puedes elegir. Yo tuve la oportunidad de hacer clase de cocina y clase de Business, pero otras opciones eran peluquería, clase de supervivencia en la naturaleza, taller de madera o metal… Asignaturas que nunca podría haber hecho en España. 

Otra diferencia era que solo hacías cuatro asignaturas al semestre. Todos los días tenías las mismas cuatro clases en el mismo orden hasta el siguiente semestre que cambiabas tus asignaturas. Este sistema permite centrarte mucho más en las clases que tenías y poder dedicarles más tiempo.

Sabemos que te apuntaste al equipo de voleibol del colegio. ¡Cuéntanos cómo fue la experiencia!

Jugar en el equipo de voleibol del colegio fue una experiencia inolvidable. El voleibol es un deporte de otoño (los deportes en Canadá van por estaciones), es decir, empezó la primera semana de colegio. Tuve que hacer pruebas, pero me cogieron en el equipo. 

Estar en el equipo me permitió hacer muchas amigas y sobre todo hizo que la gente me conociera a mí. Yo diría que las mejores amigas que hice en Canadá fueron mis amigas del equipo de vóley. 

Además, jugamos muchos partidos y torneos fuera de Medicine Hat así que viajamos por la provincia y pude conocer bastante Alberta. Hicimos una temporada muy buena y me acabaron dando el premio de MVP del equipo. Yo después de la temporada de voleibol del colegio, me apunté a un club competitivo que dirigía mi entrenador del colegio.

¿Cómo fue tu experiencia en casa de una familia de acogida?

Mi familia de acogida fue el factor más importante de mi experiencia. Estoy muy agradecida por la suerte que tuve de estar con una familia tan generosa, divertida y cariñosa. 

Yo vivía con un matrimonio que tenía hijos ya mayores y me acogieron como si fuera una más de la familia. Tenían cuatro hijos que no vivían con nosotros y a los tres mayores no les veíamos mucho. Pero con la hija más pequeña yo tuve una conexión especial. Era seis años más mayor que yo, pero lo hacíamos todo juntas. Sin ninguna duda mi hermana de acogida fue mi mejor amiga y la despedida más dura al acabar mi intercambio. 

¿Y con la gente?

La gente canadiense, en mi experiencia, era muy abierta y agradable. Yo iba a un colegio pequeño y todo el mundo te saludaba y quería hablar contigo porque no estaban acostumbrados a ver estudiantes de intercambio. Pero en general, la gente te hace sentir muy cómoda y te acogen súper bien. 

Durante tu experiencia estuviste acompañada de nuestra Sherpa Berta, a quien tenías de acompañamiento de parte de Travel & Tuition durante tu estancia. ¿Qué te pareció su figura y su acompañamiento?

Berta siempre estuvo ahí para mí cuando necesitaba cualquier cosa. La verdad que fue un apoyo muy importante para mí y sin duda me facilitó mucho las cosas cuando tenía algún inconveniente. 

Además, el seguimiento que hacía de mi experiencia era súper personalizado. Su manera de acompañarme me pareció genial porque se interesaba mucho por mi experiencia, pero a la vez te dejan vivirla por tu cuenta. 

¿Qué es lo que más te gustó de tu estancia escolar en Canadá? ¿Y lo que menos?

Lo que más me gustó de mi estancia en Canadá fue la gente a la que conocí y los recuerdos que me llevo. Como he dicho antes, es una experiencia súper intensa y vives una vida en un año. 

A día de hoy, sigo en contacto no solo con mis amigos y familia, sino también con mis profesores del colegio y entrenadores de voleibol. Es una experiencia que me ha hecho madurar y aprender mucho y la volvería a repetir mil veces. 

Sin embargo, lo que menos me gustó de vivir en Canadá fue que no tenía tanta libertad porque dependes del coche para moverte. Las distancias eran tan grandes que los pueblos no estaban hechos para moverse andando. Pero por suerte mi familia de acogida y amigos siempre me llevaban en coche. 

Y por último, ¿qué consejo le darías a futuros estudiantes?

El consejo que daría a los futuros estudiantes es que aprovechen la experiencia al máximo. Que se pasa volando y cuando ya se ha acabado piensas que la deberías haber aprovechado más. Así que intentad hacer todos los planes que podáis, hablad con todo el mundo y estad abiertos a vivir nuevas experiencias. Y sobre todo pensad que los que vais a vivir son recuerdos para toda la vida.

¿Sentís la emoción? Es palpable.

Si tú también quieres vivir esta experiencia, no dudes en darte esta oportunidad.